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¿Necesitas un mago o un payaso?. Tenemos para ti a Cepillito, si quieres un payaso, o al gran mago Yimis para tus eventos más mágicos.

Te ayudamos a organizar cualquier evento infantil (bautizos, comuniones, cumpleaños, graduaciones, etc.). Nos ocupamos también de la decoración e intentamos, en la medida de lo posible, adaptarnos a cualquier espacio.

En cuanto al Hardware, disponemos de equipo de sonido portátil con micrófonos inalámbricos.

Por la profesionalidad no te preocupes, está garantizada al igual que la diversión de los niños.

Hacemos fiestas para niños desde  3 años en adelante.

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De todas las personas, los niños son las más imaginativas. Se entregan sin reservas a  todas las ilusiones….. (John Milton)



Por eso nos encanta trabajar con ellos....


Organizar una fiesta infantil

No sólo los adultos disfrutamos de las relaciones sociales. Los niños reclaman también su espacio para compartir sus juegos más allá de la escuela y la familia. Un cumpleaños, una celebración religiosa como una comunión, una despedida o simplemente pasarlo bien, pueden ser un buen motivo para organizar una fiesta infantil en casa.
Aunque la organización correrá a cargo de los padres, es muy conveniente que los niños participen en la toma de decisiones y en la preparación de la fiesta. De esta manera aprenden a organizar actos sociales, se estimula su sentido de la responsabilidad y dejan de ser meros asistentes a la fiesta para sentirse auténticos anfitriones.



Invitaciones 


Es frecuente que el niño reparta las invitaciones entre compañeros de clase. Si no están todos invitados, lo más correcto sería que las invitaciones se enviaran personalmente por correo, para evitar herir a los demás. Estas invitaciones pueden ser diseñadas y elaboradas por el propio niño con la ayuda de algún adulto. Es muy conveniente indicar la hora en que se dará por finalizada la fiesta, puesto que los asistentes tendrán que ser recogidos por los respectivos padres. Si no se aceptan regalos, ésto puede constar en la invitación.




Horario

Lo más frecuente es que se celebre por la tarde, al salir de la escuela o en fin de semana. En este último caso, debemos tener en cuenta que muchas familias dejan su residencia habitual para disfrutar de los días de descanso; si es así, pueden sentirse obligados a cambiar sus planes o a rechazar la invitación.

Sea cual sea el día escogido, tiene que haber tiempo suficiente para la merienda (o cualquier otra comida) y los juegos y diversiones, sin los cuales no tiene sentido una fiesta infantil. Pero también es verdad que todo tiene un final y éste puede ser difícil de asimilar por los retoños, cuando tanto están disfrutando de la fiesta. Lo más aconsejable es preparar con tiempo y suavemente este momento.



La comida


La comida tiene que ser la adecuada para la edad y para la hora del día. Aunque sea una fiesta, no ofreceremos golosinas en exceso. Ni abusaremos de aperitivos y productos `para picar. Son adecuados unos bocadillos y tartas o helados. En cuanto a la bebida, son casi inevitables los refrescos comerciales. Pero aconsejamos dedicar un poco de tiempo a preparar limonada, zumos, batidos, etc. Y nunca deber faltar el agua, que los peques consumen en grandes cantidades.



Los regalos

Uno de los momentos cruciales de la fiesta es la hora de abrir los regalos. Es habitual que este momento sea después de comer la tarta de cumpleaños. He aquí una magnífica ocasión para que los más pequeños de la casa aprendan a dar y a recibir obsequios. Agradecer todos los regalos, aunque algunos no estén entre sus preferidos, no hacer comentarios inoportunos, no reclamar obsequios si alguien no lo ha traído son comportamientos que se deben aprender. Por esto es importante que los adultos estén presentes en esta parte de la fiesta.




¿Y los padres de los niños?

Los familiares de los invitados acuden en busca de sus niños: es una excelente ocasión para conocerles más y establecer una relación cordial que beneficiará también la amistad entre los hijos.

Es un detalle de cortesía ofrecerles asiento para compartir una breve tertulia, tomando café o una copa, haciéndoles partícipes de la fiesta.